La Odisea ha sido
descrita como el libro de la inteligencia y la astucia. La historia que narra
ocurre luego de la caída de Troya en una guerra en la que Ulises,
también conocido como Odiseo, se había destacado por lograr con su mente lo que
no pudo lograrse por la fuerza.
Empieza con el pedido del
poeta a la musa para que empiece la historia del gran héroe Ulises que estuvo mucho tiempo después de la destrucción de Troya lejos de su
país y de su esposa se encuentra ahora en una cueva en el poder de la bella ninfa Calipso que le
quería como marido.
Durante la reunión de los
dioses a excepción de Poseidón que había ido al país de
los etíopes a un banquete de toros y carneros; Atenea en esta reunion habla en favor de que
Ulises para que este pueda regresar a su hogar. Zeus y los demás dioses se compadecen de él y aceptan la propuesta de la sabia diosa.
Entonces
con la aprobación de los demas dioses, Atenea decide ir disfrazada de un rey este siendo Mentes para descender a
Itaca para decirle a Telémaco, hijo de Ulises, que vaya a buscar a su padre y que hay una esperanza de que este estuviera vivo.
Al llegar Atenea, se encuentra con
la casa llena de los pretendientes de la madre de Telemaco quien es esposa de Ulises, la bellisima Penélope quien astutamente ha retrasado la decisión de volverse a casar.
Telémaco decide contarle a Atenea, que los pretendientes destruyen su casa y sus
posesiones.
Mentes o Atenea predice el
regreso de Ulises y le aconseja que actúe como un hombre y que presente su caso a
la asamblea. Penélope entonces oye desde lo alto de la casa una canción que la
entristece y baja a pedirle al bardo Femio que deje de cantar. Telémaco
aprovecha entonces la ocasión para reafirmarse a sí mismo y le dice a su madre que suba
a sus habitaciones y le deje esos asuntos a él pues tiene el mando de la casa ya que su padre no esta.
Entonces Telémaco mando que los heraldos de voz clara convocasen al ágora, siendo la
primera vez que se hace desde la partida de Ulises muchos años atrás; les pide
a los pretendientes que dejen de desperdiciar sus bienes y demanda que se vayan
de su palacio inmediatamente.
A lo que Antínoo y Eurímaco, unos de los pretendientes de su madre, le responden con burlas y desprecio diciendo le que Penélope podría resolver el asunto si tan solo escoge
un nuevo marido. Haliterses entonces les vaticina el regreso de Ulises y la matanza segura que ellos tendran. En el ágora desafortunadamente no le proporcionan el barco a Telémaco para ir en
busca de noticias sobre su padre, por lo que decide pedirle ayuda a Atenea, quien todavia en
su disfraz de Mentor, supuesto viejo amigo de su padre y responsable del cuidado de sus
propiedades, le consigue prestado el barco y a una tripulación. Entonces Telémaco parte
a hurtadillas y de noche.
Cuando helios, abandonaba su
lago brillante, Telémaco y Mentor
llegan a Pilos e invitados por Néstor, participan en una hecatombe para
Poseidón. El rey Néstor les relata el regreso de otros héroes desde Troya y la
muerte de Agamenón, pero no tiene información específica de Ulises.
Él entonces decide sugerir les que vayan a
Esparta a hablar con Menelao, quien acaba de regresar de unos largos viajes. Atenea
se desaparece de momento. Impresionado que un joven esté escoltado por una
diosa, Néstor entonces arregla que su hijo Pisístrato acompañe a Telémaco en su camino a Esparta.
Llegados a la vasta y
cavernosa Lacedemonia, Telémaco y Pisístrato se dirigieron a la casa del rey
Menelao quien les hospedó y les relata sus viejas experiencias con Ulises de la guerra
troyana. Al siguiente día, Menelao les cuenta como el dios Proteo, el viejo del
mar, le reveló que Ulises era cautivo de Calipso.
Mientra tanto en otro lugar precisamente en Itaca,
los pretendientes se dan cuenta que Telémaco zarpó y hacen planes para matarlo cuando regrese. Penélope se postra de terror al enterarse de estos
planes, pero Atenea decide calmarla a través de un sueño.
Entonces llega la siguiente reunión de
los dioses, Atenea sigue insistiendo en ayudar al pobre de Ulises. Zeus entonces por pedido de su hija le pide a Hermes que le
diga a la ninfa Calipso que lo libere, y vaticina que en veinte días llegará
con los feacios quienes lo ayudarán a llegar a Itaca. Calipso le dice a Hermes
que los dioses le tienen envidia pero asegura que hará lo que Zeus le pide y
ayuda a Ulises a construir una balsa, le da víveres y lo aconseja.
Después de navegar dieciocho
días Ulises ve tierra cuando Poseidón lo ve a él en la balsa y provoca una
tormenta que la destruye. Entonces Ino Leucotea, ninfa marina, le da un velo inmortal
para que ayude a Ulises a llegar a tierra lo que logra después de dos días en
el mar. Finalmente, llega a la costa de Esqueria, donde cansado decide cubrirse con hojas y cae dormido bajo unos árboles.
En un sueño, Atenea visita a
la princesa Nausica, hija de Alcínoo, rey de Esqueria lugar donde se encuentra Odiseo entonces, y urgiéndola a tener sus
responsabilidades como mujer en edad de casarse. Al despertar, Nausica le pide
a su padre un carro con mulas para ir a lavar la ropa al río. Mientras ella y
sus esclavas descansaban y jugaban a la pelota, Ulises se despertó y le pidió
ayuda a la bella princesa.
Nausica se muestra impresionada por su
forma de hablar entonces, le da alimento y ropas, y le pide que la siga hacia la casa
del rey y le aconseja cómo pedirle a su madre, la reina, hospitalidad. Le indica un bosque
consagrado a Atenea a las afueras de la ciudad donde puede descansar. Ulises
aprovecha la ocasión para rogarle a la diosa que lo reciban y lo ayuden a
llegar a su patria.
Atenea otra vez disfrazada pero en esta ocasion de una
joven doncella, conduce a Ulises al palacio del rey Alkínoo. Ulises solicita la
compasión de la reina Arete quien nota que lleva puestos ropas que hizo ella
misma entoces razonablemente le pide una explicación de su viaje y de como llegó a Esqueria.
Ulises les relata su
cautiverio en la isla de Calipso, su reciente liberación, la tormenta y la
ayuda de Nausica. El rey Ancínoo se impresiona del relato y del hombre que lo
cuenta y le ofrece a Ulises la mano de su hija o en si lo prefiere, la ayuda
para llegar a su patria. Los feacios en este momento todavía no saben el nombre de Ulises.
Al día siguiente, Alkinoo
ordena una fiesta y la celebración de juegos en honor a su nuevo huésped ;Sacrificó
doce ovejas, 8 cerdos de blandos dientes y dos bueyes. Entonces Laodamante provoca a
Ulises y cuando éste se enoja, les gana en el lanzamiento de disco.
En el banquete el aedo
Demódoco canta una historia cómica sobre los amoríos ilícitos de Ares y
Afrodita, esposa de Hefesto. Los feacios le dan muchos regalos a Ulises mientras Nausica le ruega que nunca se olvide de que fue ella la que lo salvó. En el
festín, Ulises le solicita a Demódoco que cante sobre el caballo de Troya.
Cuando Alcínoo ve que Ulises
esta llorando pide que el aedo deje de cantar pues lo que canta a lo mejor no
es grato para todos. Solicita a Ulises a decir quién es y cuáles son sus
desventuras.
Ulises revela su identidad y
empieza a contar sus tres años de odisea, empezando desde la caída de Troya
hasta que llegó a la isla de Calipso.
Navegando desde Troya en
doce barcos, llegó a Ismaro, donde saquearon la ciudad de los cícones. Después
llegaron al país de los lotófagos, y algunos hombres cayeron en la tentación y
comieron loto, con lo cual ya no querían regresar a los barcos y tuvieron que
ser obligados. De ahí fueron a la isla de los cíclopes. Ulises les pidió a sus
compañeros que lo esperaran en los barcos mientras él iba junto con doce de sus
mejores hombres a ver si les ofrecerían hospitalidad. Polifemo, el gigante de
un solo ojo, hijo de Poseidón, los encerró y se comió a varios, lo que hizo que
Ulises lo engañara y al escapar lo dejara ciego.
Invitados por un mes en la
isla de Eolia, el rey de los vientos, Eolo Hipótada, le regala a Ulises todos
los vientos dentro de una bolsa excepto descaradamente el que los puede llevar a Itaca.
Mientras este duerme, los hombres revisan la bolsa pensando en los tesoros que
podría tener y liberan todos los preciados vientos.
Llegando a la isla de los
lestrigones, gigantes antropófagos quienes matan y se comen a la tripulación de
once barcos. Ulises y sus hombres huyen a la isla Eea, donde fueron algunos
hombres hechizados por Circe, hija del Sol, que los convierte en cerdos.
Ayudado por unas hierbas
mágicas dadas por Hermes, Ulises logra oponerse a Circe y libera a sus
compañeros salvando les de las garras de la mujer. Al cumplirse un año, Ulises le pide a Circe que lo deje partir y lo
ayude a llegar a su patria. A lo que Circe responde que primero deben de ir a
la morada de Hades para consultar el alma del tebano Tiresias, adivino ciego y
lo instruye para llegar sin tropiezos a la morada. Cuando Ulises manda a su
tripulación a hacer lo que dice la hechicera, Elpénor, el más joven de todos se
resbala y penosamente muere.
Apenas llegaron del mar a
Kimerios, Ulises decide invocar a los espíritus de los muertos. El primero que aparece
es Elpénor que le suplica a Ulises que lo entierre y lo queme. El adivino
Tiresias le predice su porvenir a Ulises.
Después Anticlea,
que había muerto esperando el regreso de su hijo a Itaca. Enviadas por
Persefonea, esposas e hijas de héroes quienes le contaron quienes eran.
Se interrumpe el relato en la celebracion y la
reina Arete solicita se le den obsequios a Ulises. El rey Ancínoo le pide le
siga contando las hazañas, y Ulises cuenta como se le acercó Agamenón y le
relató su muerte, dándole consejos para que a él no le suceda lo mismo. Aquileo
le pregunta sobre su hijo Neoptólemo y sobre Peleo. También vio la imagen del
fornido Heracles, ya que él se encuentra con los dioses.
Ulises regresó a Eea e hizo
lo que le pidió el alma de Elpénor. Circe le aconseja como manejar los problemas
que se le van a presentar. Cuando van a pasar cerca de las sirenas, les tapa
los oídos con cera a la tripulación para que no oigan su canto y entonces él mismo se
amarra al mástil.
Después de que al fin huyeron de
Caribdis y de Escila, llegaron a la isla del Sol. Ulises trató de que sus
hombres obedecieran lo que Circe había dicho pero estos necios no le hicieron caso y
mientras Ulises dormía se comieron a las vacas prohibidas. Huyen de la isla
pero Zeus los castiga desatando una tormenta que hace que el barco se hunda.
Ulises es el único que se salva y llega a la isla de Ogigia, donde Calipso lo
retiene siete años.
Al día siguiente, Alkinoo le
da todos los presentes a Ulises y se despide de él y de los hombres que lo van
a llevar a Itaca. Vencido por el sueño, los faiakienos lo bajan del barco junto
con los regalos y lo dejan en la playa. Cuando Ulises se despierta, no reconoce
su tierra.
Atenea nuevamente disfrazada pero esta vez de un
joven pastor le explica a Ulises donde está, después se da a conocer y lo ayuda
a esconder los tesoros recibidos. Ella lo transforma en un viejo mendigo para que
nadie lo reconozca y pueda planear como deshacerse de los pretendientes.
Entonces Ulises se alejó del puerto
hacia las porquerizas que le indicó Atenea a buscar a Eumeo, de quien recibe
hospitalidad e información de cómo está la situación local. Sin darse a
conocer, Ulises disfrazado de mendigo, inventa la historia de que es cretense y
le dice que Ulises va a regresar. El duerme en las porquerizas, mientras que
Eumeo se va a dormir con los puercos al monte.
Atenea se dirige a
Lacedemonia, apareciendo le en un sueño a Telémaco y le dice que debe de
regresar de inmediato a Itaca, también le advierte de la emboscada de los
pretendientes que desean su muerte. El y Pisístrato se despiden de Menelao y de
Helena, quienes le dan regalos.
Se dirigen a Pilos donde Telémaco se despide de Pisístrato y sin acercarse a Néstor para que éste no lo retenga ni un momento, sube de inmediato en su embarcación para dirigirse a Itaca su hogar. En el momento de embarcar acoge al adivino Teoclímeno, que le pide ayuda para huir. Mientras Ulises y Eumeo se platican historias, Telémaco sortea la emboscada y al llegar a Itaca sigue los consejos dados por Atenea y se dirige a la porqueriza.
Telémaco llega con Eumeo y
le pide avise a su madre de su llegada. Cuando Eumeo se va, Ulises se
transforma en él mismo y le dice a Telémaco que él es su padre. Sólo ellos dos
saben la verdad y piensan lo que van a hacer para derrotar a los descarados pretendientes,
quienes están atónitos de que haya fracasado su plan. Penélope los increpa
sobre el querer dar muerte a su hijo. Eumeo cuando regresa a la porqueriza, les
informa que vio llegar una velera llena de hombres.
A la mañana siguiente,
Telémaco regresa al palacio y le cuenta a Penélope lo que le dijo Menelao.
Teoclímeno profetiza como planeado que Ulises vive. Mientras va hacia la ciudad, su cabrero
lo insulta y le da una patada.
El único que lo reconoce al
llegar es su fiel perro Argos, que haciendo un último esfuerzo le mueve la cola
justo antes de que este muera. Durante el banquete de los pretendientes, Ulises se pasea
entre ellos solicitando su caridad. Antínoo lo desprecia pero lo defiende
Penélope, que le solicita, a través de Eumeo, le cuente si sabe algo de su
esposo.
Iro, mendigo que andaba por
todo el pueblo, resiente que Ulises se encuentre en el palacio, y lo provoca a
una pelea. Para mantener su oculta identidad, Ulises trata de no llamar la
atención y gana la pelea. Penélope le dice a su hijo que no debe dejar que los
pretendientes traten así al huésped y a ellos les solicita le entreguen los
regalos que le corresponden. Melanto, esclava de la casa que mantiene amores
con uno de los pretendientes, zahiere a Ulises quien se enoja. Eurímaco también
lo provoca pero Telémaco lo reprende.
Padre e hijo esconden todas
las armas que estaban en la sala. Ulises habla con Penélope y le cuenta
historias ficticias. Penélope le exige una prueba de que conoció a Ulises y
éste le relata cómo era el manto que traía y quién era su heraldo. La reina
ordena a Euriclea que le lave los pies, lo que la nana hace y así ve una
cicatriz que a Ulises le hizo un jabalí cuando era pequeño.
Ella lo reconoce, por lo que
Ulises le pide guarde el secreto. Penélope le cuenta un sueño que tuvo y entre
ellos dos discuten su significado. Penélope decide hacer una contienda entre
los pretendientes y él que gane, se casará con ella.
Entonces sin poder dormir, Ulises le
solicita a Atenea su ayuda para matar a los pretendientes. Mientras Penélope le ruega a
Artemis, morir para no sufrir más. Melantio, el cabrero, increpa a Ulises. Y
Filetio, el boyero, lo trata bien pero los pretendientes vuelven a insultarlo.
Teoclímeno, el adivino, presiente una desgracia y les advierte pero los ignorantes pretendientes se ríen de él.
Atenea entonces inspira a Penélope para que diga a los pretendientes que el que pueda
armar, tensar el arco y el hierro y disparar una flecha entre el centro de doce
hachas, será el que gane la contienda y se casará con él.
Telémaco trata de hacerlo
pero una señal de Ulises lo detiene. Los pretendientes intentan armar el arco y
ninguno lo logra. Ulises se identifica con Eumeo y Filetio, les dice que deben
de cerrar las puertas a una señal suya.
Los pretendientes se molestan cuando
ven que el mendigo quiere tensar el arco pues dicen los humillaría si él
pudiese hacerlo y se llegara a saber.
Mientras Ulises arma el
arco, les hace una seña a sus fieles y éstos cierran las puertas y Euriclea
encierra a las mujeres. Ulises dispara la flecha que pasa por los blancos. Los
pretendientes tienen miedo. Telémaco, a una señal de su padre, se sitúa junta a
él.
Ulises se despoja de sus
haapos y le dispara una flecha a Antínoo que cae muerto. Ulises les dice a los
pretendientes quién es él y Eurímaco, le contesta que le asiste la razón, que
los deje vivir y que cada pretendiente le devolverá veinte bueyes, bronce y oro
para resarcir lo que ellos devoraron. Ulises no escucho y lo mata.
Telémaco va por más armas para
los cuatro y se desata la gran batalla. Melantio llega a donde están las armas y se
las da a doce pretendientes, cuando va por más, es capturado por Eumeo y
Filetio quienes lo castigan. Todos los pretendientes son asesinados, excepto
Femio, el aedo, y Medonte, el heraldo. Ulises le pide a Euriclea, le diga
quienes de las mujeres eran traidoras y le pide que las traiga para limpiar y
llevarse los cadáveres. Doce fueron ahorcados y Melantio fue mutilado hasta que
murió. La casa fue purificada con azufre.
Y la anciana, llena de
alegría despierta a Penélope para informarle que Ulises había regresado y que
ya había matado a los pretendientes. Ella no lo cree y se muestra con mucha precaución
ante Ulises.
El dice el como fabricó su
lecho nupcial y ella ya le cree. Ulises manda que se toque música y que dancen
las esclavas para que la gente que pase por ahí crea que celebran una fiesta.
Solos en la noche, Ulises le relata sus aventuras y le dice que debe cumplir
con la profecía que le había hecho Tiresias cuando fue a la morada de Hades. A
la mañana siguiente, acompañado de su hijo y los pastores va a buscar a su
padre Laertes.
El kilenio Hermes guía a las
almas de los pretendientes quienes le seguían temblorosas, donde éstos le
relatan su suerte a Agamenón y Aquiles. Mientras tanto, Ulises va a casa de
Laertes y lo encuentra triste y empobrecido. La noticia de la matanza se ha
propagado y el padre de Antínoo llega a buscar venganza. Empieza una nueva
batalla. Laertes mata a Eupites. Atenea y Zeus, ayudan a hacer una tregua y
hacen que se selle para siempre la concordia entre ambos bandos.
Mientras en el Hades las
almas de Agamenón, y de los pretendientes conversaban sobre lo que había pasado
en la casa de Ulises. Cuenta Anfimedonte a Agamenón que esta allí por
pretender a Penélope y le cuenta cómo fue la vuelta de Ulises, cómo
Telémaco se le adelantó, etc.
Cuando Ulises y
los suyos se dirigen al campo a encontrarse con el anciano Laertes, padre de Ulises. Ulises se
dirige al huerto en donde estaba su papá, lo encontró solo “aporcando” una
planta, Ulises lo ve y le saltan las lágrimas. No sabía si correr a
abrazar a su padre y contarle todo, o interrogarle para ver si lo reconocía.
Decidió esto último.
Ulises: “ Oh anciano, no le
falta pericia para cultivar un huerto… este esta muy bien cuidado … ¿de quien
eres ciervo? … “Ulises le dice que conoció al hijo de Laertes y que lo
hospedó en su palacio, le dice que esta buscándolo.
Laertes le dice que esta en
la tierra que busca pero que esta dominada por unos hombres insolentes y
malvados…
Ulises no soporta que
su padre llore y se aflija y dando un salto lo beso y le dice que el es su
hijo… Laertes le pide una señal.
Ulises le muestra la herida que le hizo el jabalí, y le enumera los
árboles que una vez le regaló: 13 perales, 10 manzanos, 40 higueras, 50 liños
de cepas de vid.
Ulises come con su
padre, mientras en la ciudad corre la noticia de la muerte de los
pretendientes, cada uno entierra a sus muertos y van al ágora.
Eupites padre de Atínoo
llorando dice que hay que encontrar a Ulises antes de que se vaya a
Pilos. Luego habló Medonte, diciendo que Ulises pudo hacer esta
hazaña gracias a los dioses, diciendo que él mismo vió al dios Mentor ayudarlo.
Luego habló el héroe
Haliterses Mastórida, el único que conocía el pasado y el futuro, y dijo: todo
ocurrió por vuestra debilidad, itacenses, nunca nos escucharon cuando les
dijimos de poner fin a las locuras de sus hijos, quienes con perniciosos
orgullo cometieron una gran falta, devoraron los bienes, ultrajaron a la mujer
del eximio Ulises, etc.
La mitad estuvo de acuerdo,
pero los otros junto a Eupites tomaron las armas. Mientras tanto Atenea le
dice a Zeus ¿vas a llevar a cabo esta guerra?
Zeus: ¡pero no lo planificaste vos? Bueno hagamos que se olviden de la matanza
de los hijos y de los hermanos, que se amen los unos a los otros, y que haya
paz y riqueza.
Baja Atenea rápido a encontrarse con Ulises.
Ulises termina de comer y manda a ver si vienen los que quieren vengar las
muertes.
Se visten con armaduras.
Atenea le dice a Laertes que arroje su lanza, éste hiere a Euripes. Cuando
están por comenzar el enfrentamiento, Atenea les habla diciéndoles “Dejad la
terrible pelea, oh itacenses, para que os separéis enseguida sin derramar sangre”
Poseídos por el temor las
armas volaron de las manos y cayeron a la tierra.
Ulises grito horriblemente y se lanzó a perseguirlos, Zeus despidió un
rayo y entonces Atenea le dice a Ulises:
“ Laertíada, del linaje de Zeus, Ulises fecundo en ardides, tente y
haz que termine esta lucha … no sea que Zeus se enoje contigo…”
Ulises alegre en su
aniño cumplió la orden. Juraron la paz ambas partes por pedido de Atenea quien
había tomado el aspecto y la voz de Mentor.
En conclusión, “La Odisea”
narra la historia de Ulices después de la guerra de Troya y todos las hazañas y
aventuras que tuvo en camino a su casa. También da a conocer un lado de
venganza cuando al final todos los pretendientes que tenia Penelope son
asesinados por el mismo, por eso este libro es uno de los principales al narrar
la cultura Griega ya que, narra monstruos o seres míticos como brujas,
ciclopes, etc. Pero también cuenta sobre la influencia de los dioses del Olimpo
en los humanos, como lo creían los antiguos Griegos, todo en un contexto histórico
dado sobre la famosa Guerra de Troya, donde Ulices es quien le da la victoria
con su ingenio a su patria.
Aqui les dejo un video sobre el tema!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario